23.12.04

El octavo sentido(el común)

Un canguro sin bolsa no es canguro.

Un cangrejo seguro no es cangrejo.
Un carpintero modesto no es carpintero.

Un juez justo no es justo.
Un mar verde no es mar.

Un planeta no es planeta.
Un sentido que no se siente es común.

Un loco que toma no es loco (y si lo dice menos).
Un mocoso que no es insolente no es mocoso.

Un planteo sin sentido igual es un planteo.
Un hombre sin h es un ombre.

Un color sin gusto no es color (sobretodo el amarillo).
Un monte sin nubes no es monte.

Un rayo sin duda es un rayo.
Un árbol sin manzanas igual es sabio.

Un número sin vueltas no es un numero.
Un hombre sin sentido común está leyendo.

Un cielo sin dios no es un cielo.
Un infierno sin dios no es infierno.

Un cartel sin salida es un cartel.
Un mentor sin salida es un crítico.

Un mundo sin magia es un mundo (el tuyo).
Una persona con sentido común ya hubiera dejado de leer.











[Hola...]


[Gabriel es un nombre mapuche¿?]



LkFip.

18.12.04

revuelta

Ninguna época de mayor alegría que la que nos proporcionó a María y a mí nuestra tía con su muerte.
Lucía volvía de Buenos Aires, donde había pasado tres meses. Esa noche, cuando nos acostábamos, oímos que Lucía decía a mamá:
-¡Qué extraño!... Tengo las cejas hinchadas.
Mamá examinó seguramente las cejas de nuestra tía, pues después de un rato contestó:
-Es cierto... ¿No sientes nada?
-No... sueño.
Al día siguiente, hacia las dos de la tarde, notamos de pronto fuerte agitación en la casa, puertas que se abrían y no se cerraban, diálogos cortados de exclamaciones, y semblantes asustados. Lucía tenía viruela, y de cierta especie hemorrágica que había adquirido en Buenos Aires.
Desde luego, a mi hermana y a mí nos entusiasmó el drama. Las criaturas tienen casi siempre la desgracias de que las grandes cosas no pasen en su casa. Esta vez nuestra tía -¡casualmente nuestra tía!- ¡enferma de viruela! Yo, chico feliz, contaba ya en mi orgullo la amistad de un agente de policía, y el contacto con un payaso que saltando las gradas había tomado asiento a mi lado. Pero ahora el gran acontecimiento pasaba en nuestra propia casa; y al comunicarlo al primer chico que se detuvo en la puerta de calle a mirar, había ya en mis ojos la vanidad con que una criatura de riguroso luto pasa por primera vez ante sus vecinillos atónitos y envidiosos. [...]

“Nuestro primer cigarro”_ Horacio Quiroga_
Cuentos De Amor De Locura Y De Muerte



[]


[no me acuerdo como era esto.... ]



LkFip.